Foto: Andrés Molina

Roberto Carballés (Tenerife, 1993) entró en la historia del torneo que acoge el Real Murcia Club de Tenis 1919 al ser su primer campeón. Eso fue en 2019, cuando consiguió imponerse al sueco Mikael Ymer por 2-6, 6-0 y 6-2.

Es por eso que su vuelta a Murcia es especial. El tenista, número 95 del mundo en el ranking de la ATP, se presenta en esta segunda edición del Challenger Costa Cálida Región de Murcia con la intención de revalidar el título.

«Me encanta volver a Murcia», afirma Carballés. «En general me gusta venir aquí, el RMCT 19191 es un club que me trae muy buenos recuerdos desde hace años».

Carballés se estrenó en primera ronda ante otro español, Daniel Rincón, al que venció por 6-3 6-2. «Mi debut fue bien, para mí fue un partido bueno en el que estuve muy cómodo con mi saque y en general en la pista», señala.

Sin embargo, y a pesar de todo lo anterior, el tenista no quiere pensar aún en la final y sí en el trabajo diario. «Mi objetivo es mantener el nivel e intentar jugar tal y como estoy entrenando, mejorar mi saque y ser un poco más agresivo», cuenta. «Por ranking puede que haya gente que me considere favorito, pero esto depende de cómo te levantes y juegues cada partido, si tienes un mal día, cualquiera te puede ganar».

Además, aunque habrá de enfrentarse ante Rybakov por un hueco en los cuartos de final, destaca que «todos los rivales son muy peligrosos, da igual jugar contra alguien que esté por debajo del 200 o del 150, el nivel es parecido y hay que mantener la tensión para ganar».

Carballés también participa en el dobles. Lo hace junto a Alberto Barroso, «un amigo», según le define. Este miércoles han derrotado por 6-1 y 7-6 a los franceses Corentin Denolly y Matteo Martineau, colándose ya en las semifinales.