París bien vale una misa
La famosa frase que se atribuye a Enrique de borbón, tras su conversión al catolicismo para poder reinar en Francia, podría trasladarse aquí para ejemplarizar el viaje que un grupo de socios del club de tenis hicimos a Francia, concretamente a París para deleitarnos en el “Disneyland París del tenis”, esto es Roland Garros.