La conserjería es la puerta de entrada las instalaciones. Los profesionales de este departamento son una pieza clave en la gestión diaria del club, puesto que son ellos los que controlan los accesos y garantizan que todas las instalaciones y servicios están en perfecto estado para su uso.

Para conocer un poco más sobre su labor, hemos hablado con Francisco Molina, quien destaca de su trabajo el trato con la gente, “que es siempre muy gratificante

¿Qué papel juega el departamento que diriges en la labor diaria del club?

Ante todo diría que es la seguridad y control del día a día en el club y por ende de los socios y socias de la entidad. Específicamente, en portería tenemos que saber casi al 100% quién ha accedido y en qué situación y, aunque no lo parezca a priori, lo sabemos.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que los profesionales que lo componéis debéis hacer frente?

No es muy a menudo, pero sin duda impedir el acceso de ciertas personas que no lo tienen. El desafío más continuo es también pasar momentos incómodos. El puesto requiere decir que no también muchas veces y es difícil, sobre todo a personas que han sido socios del club, pero hay que hacer cumplir las normas por el bien de todos.

¿Cuáles son los aspectos del trabajo del departamento que consideras más relevantes?

El conocer y tratar con todas las personas que discurren por el club. Cada una necesita una cosa: niños, adolescentes, jóvenes, adultos, mayores, proveedores, empleados, personas que piden información a diario, etc. todos pasan por delante de nosotros o pueden requerir algo puntual y es importante atenderlos a todos como merecen.

 ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

El trato con la gente siempre es muy gratificante. Aunque es cierto que muchas personas pasan rápidamente por el ritmo frenético diario, otras son muy agradables y siempre comentan algo positivo con uno. Por otro lado, muchas veces hacemos otras cosas fuera del control de accesos porque el club lo requiere, con motivo de campeonatos o eventos, y esa parte tan polivalente también es muy satisfactoria.

¿Qué has aprendido de tu trabajo que te ha servido en tu vida personal?

La capacidad de mejorar mi mano izquierda, pero también mi mano dura. En el club se producen situaciones insospechables que dan para escribir un libro. Aprendes a relativizar mucho. Hay gente que viene con un pequeño problema y de seguido otra persona que quiere dar de baja a una familiar que ya no está.

 ¿Qué es lo que más te enorgullece de trabajar en el Real Murcia Club de Tenis 1919?

Yo siempre hablo bien del club, en especial de puertas para fuera. Me gusta que la gente que no lo conoce lo sepa. Creo que es una entidad única en Murcia, estable en todos los sentidos y con mucho sentimiento de pertenencia, y ese sentimiento a mí también me corresponde. Obviamente, el recuerdo más importante que me viene son las personas, tanto los socios como los compañeros.